La ONU reiteró que el derecho al asilo es un principio universalmente reconocido y pidió a los Estados implementar políticas migratorias basadas en los derechos humanos. Esto ocurre tras las nuevas órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump, que incluyen la suspensión de admisiones de refugiados y el fin de programas de asilo para migrantes de Centroamérica y Sudamérica.
El presidente Trump declaró un estado de emergencia nacional en la frontera sur durante su primer día de su segundo mandato, con el objetivo de frenar la migración irregular y prometiendo expulsar a millones de migrantes. Además, la Casa Blanca suspendió programas que permitían solicitar asilo, dejando a miles varados en México, y detuvo las admisiones de refugiados, cancelando viajes previamente programados.
Desde Ginebra, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, instó a los Estados a respetar sus obligaciones internacionales y garantizar evaluaciones individuales de los casos. También exhortó a evitar expulsiones colectivas y detenciones arbitrarias, destacando la necesidad de alternativas humanitarias para quienes buscan refugio.
