La Administración de Donald Trump ha revocado el estatus de protección temporal (TPS) para más de 300 mil venezolanos en Estados Unidos, poniendo en riesgo su permanencia en el país y dejándolos vulnerables a una posible deportación. La medida, que se suma a la ofensiva de Trump contra programas de protección para migrantes, indica que Venezuela ya no cumple con las condiciones para seguir beneficiándose del programa, lo que podría afectar a miles de personas que han vivido bajo esta protección desde 2023.
A diferencia de medidas anteriores, en las que los migrantes tenían un periodo de gracia para ajustarse, esta vez Trump ha decidido que los cambios sean inmediatos, estableciendo un plazo de 60 días para que los venezolanos pierdan su estatus temporal. Esta decisión podría abrir un nuevo frente en la campaña de deportaciones masivas que el presidente ha promovido desde su mandato anterior. Críticos han señalado que el TPS ha sido usado para permitir que los migrantes permanezcan más tiempo del inicialmente previsto, transformando lo que era un programa temporal en algo más permanente.
El anuncio también podría ser el precursor de nuevas revocaciones de estatus para otros migrantes bajo el programa, y los defensores de los derechos de los migrantes ya han anticipado que se enfrentarán legalmente a la medida. Durante la administración de Joe Biden, el TPS se extendió para los venezolanos debido a la grave crisis humanitaria que enfrenta el país sudamericano, pero Trump ha revocado recientemente esta extensión, asegurando que el programa ya no sirve al interés nacional de Estados Unidos.