Una joven chilanga, a quien ahora apodan #LadyUber, abordó el fin de semana un taxi de aplicación en CDMX, la mujer se molestó porque el conductor del Uber, de nombre Isaac no iba hecho la mocha como ella ordenaba, como ella quería, y exigía acelerar el vehículo para llegar a tiempo a su trabajo.
La mujer comenzó a insultar al automovilista al gritarle que se pasara al carril izquierdo “No mames” le gritaba, e incluso comenzó a amenazarlo con que los mandaría a “invadir”, que lo reportaría y lo mandaría cinco años a la cárcel y comenzó a comunicarse con alguien para decir que el chofis la venía acosando.
Abusado Isaac grabó en video todo el desaguisado y logró exhibir a la mentirosa mujer, y es lo que lo salvó de esta perversa persona.
La pregunta es: ¿por qué no se castiga de manera ejemplar a la mujer?, ¿pasará lo de siempre en que estos casos los toman como una graciosa travesura femenina?, Si hubiera sido al revés, ¿cuántos años de cárcel le hubieran dado a Isaac?
Esa es nuestra triste realidad, a la mujer no le pasará nada más allá de una simple multa y la agresión verbal al chofer del Uber será olvidada.
Así está nuestra legislación, donde hoy en día la discriminación masculina es cada vez más abundante y no se contempla sanción por ello.
Se tenía que decir, y se dijo.
