La empresa biotecnológica Colossal sorprendió al mundo este lunes al anunciar el nacimiento de tres lobos gigantes, una especie extinta desde hace más de 12 mil años. Los ejemplares, llamados Remus, Romulus y Khaleesi, fueron creados mediante avanzadas técnicas de edición genética, utilizando ADN recuperado de restos fósiles y células de lobos grises. Esta hazaña representa un hito en el ambicioso proyecto de “desextinción” que lidera la compañía, que ya había captado atención internacional por su intención de revivir al mamut lanudo.
Los cachorros nacieron en una reserva natural secreta en Estados Unidos y actualmente pesan alrededor de 36 kilos, un 25% más que los lobos grises de su edad. Se alimentan con una dieta rica en proteínas y croquetas formuladas especialmente para sus necesidades. Se espera que alcancen los 63 kilos en edad adulta. “Si tenemos éxito en la desextinción, construiremos tecnologías que pueden ayudar a la atención médica humana y a la conservación”, afirmó Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal.
La empresa ha recaudado más de 435 millones de dólares con el respaldo de inversionistas como Peter Jackson, Paris Hilton y firmas vinculadas a la CIA. A pesar del escepticismo de algunos paleogenetistas y cuestionamientos éticos sobre manipular el mundo natural, Colossal sigue avanzando en sus proyectos, que también incluyen revivir al dodo y al tigre de Tasmania. Sus avances ya han dado pie al surgimiento de startups enfocadas en la salud y el medio ambiente.
El proceso de creación del lobo gigante incluyó la recuperación de ADN de un cráneo de 72 mil años encontrado en Idaho y un diente de 13 mil años de Ohio. Ese material genético fue editado e introducido en óvulos implantados en perros de gran tamaño, que actuaron como madres sustitutas. Según la científica Beth Shapiro, el proyecto permite fijar metas concretas y generar herramientas útiles más allá de la clonación.
Además de los lobos gigantes, Colossal también logró clonar cuatro cachorros de lobo rojo, una especie en peligro crítico de extinción. Los llamaron Hope, Blaze, Cinder y Ash. Con estas acciones, la empresa busca no solo traer de vuelta especies extintas, sino también ofrecer soluciones tangibles en campos como la conservación, la genética y la salud global.