José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, Guerrero, y figura clave en la investigación por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, fue sentenciado este lunes 7 de abril a 20 años de prisión por el homicidio de Justino Carbajal Salgado, exsíndico de ese municipio y familiar directo de figuras políticas relevantes del estado. Además de la condena, deberá pagar la reparación del daño a los familiares de la víctima.
Abarca, empresario con múltiples propiedades y negocios en Guerrero, fue presidente municipal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuando ocurrieron los hechos del 26 de septiembre de 2014. Fue acusado de ordenar la detención y entrega de los estudiantes al grupo criminal “Guerreros Unidos”, lo que derivó en su detención y reclusión en el penal federal de “El Altiplano”.
En mayo de 2023, Abarca fue absuelto de los delitos de delincuencia organizada y secuestro vinculados al caso Ayotzinapa, aunque su proceso por desaparición forzada continúa. Esta nueva condena por homicidio se suma a otra de 92 años que ya había recibido por el secuestro agravado de seis activistas de la organización Unidad Popular.
La figura de Abarca ha estado marcada por su relación con el poder político y el crimen organizado. Su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, también enfrenta acusaciones y tiene vínculos familiares con miembros del Cártel de los Beltrán Leyva. Juntos construyeron un imperio comercial, con propiedades como la plaza “Tamarindos” y varias joyerías.
Pese a su absolución en uno de los casos más mediáticos del país, el historial judicial de José Luis Abarca continúa creciendo, manteniéndolo como uno de los personajes más polémicos de la política mexicana reciente.