Un nuevo desastre aéreo sacudió este viernes a Estados Unidos. Una avioneta se estrelló en una transitada calle de Boca Ratón, Florida, dejando un saldo de tres personas muertas y una más herida, en un incidente que pudo haber cobrado muchas más vidas. La aeronave, un Cessna 310R, cayó cerca del aeropuerto local poco después de las 10:00 a.m. (hora local), provocando una explosión que desató un incendio en la zona. Uno de los vehículos alcanzados por las llamas quedó completamente calcinado.
El Departamento de Policía de Boca Ratón confirmó que los tres ocupantes del avión fallecieron en el lugar del impacto. Una cuarta persona, que se encontraba en tierra, fue trasladada a un hospital con lesiones leves, aunque el impacto emocional fue devastador para testigos y vecinos. Las autoridades se vieron obligadas a cerrar por completo el sector para permitir las labores de emergencia y evitar más tragedias.
Según datos del portal especializado Flightradar24, el Cessna tenía como destino la ciudad de Tallahassee, pero comenzó a realizar vueltas en el aire poco después del despegue, lo que sugiere que el piloto enfrentó alguna falla mecánica o pérdida de control. Testigos describieron escenas de pánico al ver la aeronave descender en picada y luego una gran columna de humo negro elevarse desde el lugar del impacto.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ya ha iniciado la investigación oficial del accidente, con apoyo de la Administración Federal de Aviación (FAA). Especialistas analizarán la caja de vuelo, los reportes del piloto y los restos del avión para determinar qué originó esta tragedia que, de haber ocurrido unos metros más cerca de zonas residenciales o escolares, podría haber sido aún más catastrófica.
Este nuevo hecho ocurre tan solo un día después de otro accidente mortal en Nueva York, donde un helicóptero turístico se precipitó al río Hudson y dejó seis muertos, incluida una familia entera. La seguidilla de incidentes ha encendido las alarmas sobre la seguridad aérea en vuelos privados y turísticos, mientras miles de ciudadanos expresan su preocupación por lo que parece ser una escalada de tragedias en el espacio aéreo estadounidense.
