Un grupo de aproximadamente dos mil migrantes venezolanos, entre ellos hombres, mujeres y niños, se encuentra varado en Tapachula, Chiapas, y ha solicitado al gobierno de Nicolás Maduro que les facilite aviones para regresar a su país. Ante el cierre de la frontera estadounidense desde el 20 de enero pasado, muchos de ellos han perdido la esperanza de alcanzar el llamado “sueño americano” y ahora buscan una salida digna a su situación.
Frente a la estación Migratoria Siglo XXI, migrantes —en su mayoría mujeres— sostienen cartulinas con mensajes dirigidos a las autoridades venezolanas. Explicaron que regresar por sus propios medios implicaría atravesar nuevamente la peligrosa selva que cruzaron en su trayecto hacia el norte. Para muchos, la idea de repetir esa experiencia es inaceptable, especialmente con hijos pequeños.
Los migrantes aseguran que no desean quedarse en México, ya que las oportunidades laborales que se les ofrecen son limitadas y mal remuneradas. Algunos relataron que únicamente les han ofrecido empleos como barrenderos con sueldos de alrededor de seis mil pesos mensuales, lo cual consideran insuficiente para cubrir sus necesidades. Ante esta realidad, hacen un llamado urgente al gobierno venezolano para que intervenga y les proporcione un retorno seguro a su país.
