Por: Luis Gerardo Treviño
Jorge Mario Bergoglio quien en 2013 llegó al cónclave para suceder a Benedicto XVI que había presentado su dimisión al papado, hombre Argentino Jesuita de 76 años fiel seguidor de Francisco el mínimo y dulce de Asís, con enorme sencillez llega al máximo cargo en la iglesia católica y desde que fue elegido, marcó las características de su gestión. De entrada, su crucifijo pectoral pidió que no fuera de esos dorados grandes lo mismo con el anillo, él prefirió seguir usando su calzado normal sus zapatos negros que hasta gastados de veían a diferencia del calzado rojo Prada que usaron sus antecesores. Adoptó el nombre de Francisco y prefirió vivir en la casa o residencia Santa Martha que a pesar de estar muy cerca del Vaticano había una diferencia abismal entre lujo y la sencillez que prefirió Francisco. Hay narración de que cuando fue electo llamó a su voceador que le vendía el periódico por las mañanas en la Argentina para informarle que había tenido un cambio en su trabajo y que por tanto ya no pasaría a recoger el Matutino. Es relativamente fácil decir cómo se debe vivir y qué hacer durante la vida, pero predicar con el ejemplo y vivir predicando eso es algo que no muchos pueden hacer con la congruencia y la sencillez con que se condujo este buen hombre. Quien por su forma de ser seguro tuvo muchos adversarios aún dentro de la misma institución no estaban de acuerdo con su forma de ser y de mandar, a muchos les gustan los privilegios y se vuelven inaccesibles. Hay algunos curas de parroquias que se vuelven muy difíciles y no ven a sus parroquianos sin previa cita y cosas así. El hombre que tuvo el cargo y la responsabilidad de dirigir la iglesia católica en la tierra se acercó a los rechazados o apartados de la iglesia lo vi platicando con parte de esta iglesia con divorciados y algunos jóvenes que declaran su homosexualidad y me agradó enormemente que el pastor dijera “no soy quién para juzgar”, sentarse en un círculo de jóvenes que piensan y actúan diferente y dejarse llegar un sin fin de preguntas, me pareció una gran cátedra de cómo se puede convivir en un ambiente de cordialidad y respeto con quienes piensan y actúan diferente.
Su vida y forma de gobernar, creo firmemente en que debe ser tomada en cuenta por muchos independientemente de la fe que profesen, a mí me resulta ejemplar su sencillez (decimos a juego que es el único argentino sencillo) así fue desde que asumió el pontificado, sus decisiones congruentes de donde vivir, como vestir sus accesorios la cruz pectoral y el anillo, dispuso hasta sus ceremonias fúnebres y el lugar donde descansaran sus restos diferente a la basílica de san pedro. Llegó con limitaciones físicas y la falta de uno de sus pulmones, eso no impidió que realizara su labor con mucho ánimo y entusiasmo, que mostro al realizar incluso sus múltiples viajes. Recientemente estuvo padeciendo enfermedad y los médicos que lo atendieron confesaron que ya no lo contaban y que había que tomar la decisión si seguir buscando su restablecimiento o de plano dejarlo ir, se aferró y salió del hospital, aun con algunas limitaciones físicas pero siempre entregando su vida en su misión pastoral, presidió eventos de la semana santa, emitió su homilía, le dio la vuelta a la plaza de San Pedro para saludar o para despedirse de su pueblo, atendió en audiencia al vicepresidente JD Vance de los Estados Unidos. Trabajo hasta el último día durante la noche tuvo un episodio cerebro vascular y finalmente cerró sus ojos en la tierra para ir a vivir la pascua a la casa del Padre Celestial. Mi admiración cariño y respeto para un hombre que pudo dejarse consentir con los privilegios y se mantuvo firme y congruente, viviendo el evangelio y acercándolo a su grey. Son muchas las expresiones de apoyo a los pobres, de viajar en transporte público en su natal, de que sus amigos no le acompañaran a su designación como cardenal para mejor donar ese dinero del viaje a los pobres. Que Dios le dé su lugar en el reino de los cielos y que siempre recordemos esos valores y la empatía que tuvo para con su pueblo. A mis amigos líderes y políticos mucho que aprender de este ejemplo.