El Festival de Cannes homenajeó este martes a Amores Perros, a 25 años de su estreno, destacando su impacto como un parteaguas en el cine mexicano. La cinta, dirigida por Alejandro González Iñárritu, fue presentada en la sección Cannes Classics, que reúne películas que dejaron huella en la historia del cine.
Antes de la proyección, tanto Iñárritu como Gael García Bernal —uno de los protagonistas— compartieron recuerdos del rodaje y de su paso por el festival en el año 2000, cuando la película debutó en la Semana de la Crítica. “Nos cambió la vida a todos. Hacer esta película fue un acto colectivo, casi imposible en aquel momento”, dijo el cineasta, recordando que entonces no había espacio para jóvenes realizadores mexicanos en festivales internacionales.
Iñárritu evocó el nerviosismo de aquel primer viaje a Cannes y una comida inolvidable con el director italiano Bernardo Bertolucci. “Le dije que me sentía como un niño al que iban a calificar, y él me contestó: ‘Tengo una mala noticia: después de la primera película, todo es peor’”, recordó entre risas.
Por su parte, Gael García Bernal no pudo evitar las lágrimas al tomar el micrófono. “Prometí que iba a llorar cuando empezara la película, no ahora. Pero uno ya está grande”, dijo, antes de fundirse en un abrazo con Iñárritu. “Gracias, Alejandro. Me cambiaste la vida, cabrón”.
El director del festival, Thierry Frémaux, fue el encargado de presentar el homenaje y afirmó que Amores perros fue “una explosión” que no solo redefinió el cine mexicano, sino que se convirtió en un clásico del cine mundial.
La película fue restaurada en 2019, permitiendo su regreso triunfal a Cannes, ahora como una obra icónica que abrió camino a toda una generación de cineastas mexicanos.
