El cuerpo médico del servicio de Cirugía General de la Clínica Hospital de la Sección 50 de Maestros, en Monterrey, inició un paro indefinido de labores en protesta por la falta de insumos médicos, la remoción de dos cirujanos del área y presuntas represalias tras hacer observaciones para mejorar el servicio. Los médicos anunciaron que no habrá operaciones programadas ni consulta médica hasta nuevo aviso.
Durante una conferencia de prensa realizada frente al hospital, ubicado en la zona de Mitras Norte, el doctor Carlos Ortiz Cisneros, vocero del grupo de cirujanos, explicó que la semana pasada la dirección médica solicitó sugerencias para mejorar la atención a los derechohabientes. En respuesta, los médicos propusieron implementar cirugías ambulatorias y de corta estancia, pero también denunciaron la falta constante de insumos básicos como jeringas, suturas, tubos de respiración, mallas y cepillos quirúrgicos.
Sin embargo, los médicos aseguran que su honestidad provocó represalias, como la remoción del doctor José Adolfo García Sánchez como jefe del servicio y del cirujano Carlos Lizcano Robledo. Como consecuencia, los médicos decidieron suspender actividades y presentaron un pliego petitorio con tres condiciones para reanudar labores: la reinstalación de los médicos removidos, el cese de represalias, y la destitución del director médico, Francisco Flores Silva, así como del subdirector Gerardo Dávila, acusados de malos tratos y decisiones arbitrarias.
“Nos pidieron opinión para mejorar el servicio y luego tomaron represalias. El doctor José Adolfo ha tenido que comprar material con su propio dinero para poder operar”, denunció Ortiz Cisneros. Los cirujanos enfatizaron que su única demanda es contar con el material necesario para trabajar dignamente. “No pedimos privilegios, solo las condiciones mínimas para atender a los pacientes”, reiteraron.
El servicio de Cirugía General realiza entre 130 y 140 procedimientos quirúrgicos mensuales, por lo que los médicos ofrecieron disculpas a los derechohabientes por las afectaciones. “Nos duele parar, pero queremos operar con dignidad”, concluyeron.