La Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió un pronóstico climático preocupante para Nuevo León, correspondiente al trimestre julio-septiembre de 2025. De acuerdo con los modelos más recientes, se esperan temperaturas superiores al promedio histórico, así como una notable disminución en las lluvias, lo que podría agravar la situación hídrica en la entidad.
Según el Organismo de Cuenca Río Bravo, se anticipan temperaturas máximas que podrían superar los 43 grados Celsius, especialmente en el sur del estado, donde se pronostican anomalías térmicas de entre 2 y 3 grados por encima del promedio. En las regiones norte, centro y oriente de Nuevo León, el aumento sería de entre 0.5 y 2 grados Celsius.
El Área Metropolitana de Monterrey no será la excepción. Con un promedio histórico de temperatura máxima de 35.8 °C en julio y 36 °C en agosto, se esperan registros aún más altos este año. Esta situación podría intensificar los efectos del calor extremo en la población, particularmente entre personas vulnerables y en zonas con limitada infraestructura de refrigeración.
En cuanto a las precipitaciones, el panorama no es alentador. Nuevo León presenta un déficit acumulado del 24% en lo que va del año, con apenas 176.4 milímetros de lluvia entre enero y junio, en comparación con los 239.6 mm que marca el promedio histórico. Para el trimestre en curso, el pronóstico de lluvias muestra una tendencia a la baja: en julio se prevén solo 51.2 mm (24% menos); en agosto 53.6 mm (33% menos); y en septiembre 103.1 mm (35% menos).
Ante este escenario, Conagua exhortó a la población y a los sectores agrícola, industrial y comercial a hacer un uso responsable del agua, ya que se espera una mayor presión sobre los recursos hídricos. Asimismo, recomendó mantenerse atentos a los comunicados del Servicio Meteorológico Nacional, dado que las condiciones pueden cambiar ante la posible formación de fenómenos hidrometeorológicos extremos.