Los cuerpos del futbolista portugués Diogo Jota y su hermano André Silva ya se encuentran en Portugal, donde este viernes fueron recibidos por familiares, amigos y seguidores para darles el último adiós. Los restos de ambos llegaron procedentes de España, luego de ser repatriados tras el trágico accidente automovilístico ocurrido cerca de Zamora en la madrugada del jueves, donde el vehículo en el que viajaban se incendió tras salirse del camino.
El velorio se lleva a cabo en la Capela da Ressurreição São Cosme, en Gondomar, ciudad natal de la familia, donde se han reunido decenas de personas entre llanto, abrazos y conmoción. La comunidad local y figuras del fútbol han acudido para acompañar a los padres de Jota, su esposa Rute Cardoso —con quien se había casado apenas dos semanas antes— y demás seres queridos en este difícil momento.
El funeral de los hermanos se realizará este sábado en Gondomar, en medio de una profunda consternación nacional. Mientras tanto, clubes como el Liverpool y Penafiel, así como autoridades portuguesas, han expresado sus condolencias públicamente. En su ciudad natal, los vecinos recuerdan a Diogo como un joven talentoso que nunca olvidó sus raíces, y cuya muerte ha dejado una herida irreparable en el deporte portugués.
