La muerte del Papa Francisco, ocurrida este 21 de abril a los 88 años, ha conmovido al mundo entero. Tras una breve mejoría tras su hospitalización por una crisis respiratoria, la noticia de su fallecimiento sorprendió a la comunidad internacional, que rápidamente expresó su pesar y admiración por el pontífice argentino.
Desde Europa hasta América y Medio Oriente, líderes de distintas naciones ofrecieron homenajes y condolencias, resaltando el legado de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano y una de las figuras espirituales más influyentes del siglo XXI.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron lo describió como un “defensor de los desprotegidos”, mientras que las campanas de la Catedral de Notre Dame repicaron 88 veces en su honor. En Estados Unidos, el vicepresidente J.D. Vance recordó su última visita al Papa un día antes de su fallecimiento, y el expresidente Joe Biden lo calificó como “uno de los líderes más relevantes de nuestro tiempo”.
España decretó tres días de luto nacional. El presidente Pedro Sánchez destacó su lucha contra la desigualdad, la injusticia y el cambio climático. Por su parte, el Rey Felipe VI subrayó su vocación de servicio a los más pobres y la importancia del diálogo para un mundo más justo.
En América Latina, las reacciones fueron igualmente emotivas. El presidente argentino Javier Milei reconoció la grandeza de Francisco pese a diferencias pasadas, mientras que Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, decretó siete días de luto. Nicolás Maduro, de Venezuela, lo llamó “amigo sincero” y alabó su compromiso con la canonización del Dr. José Gregorio Hernández.
Otros líderes como Vladimir Putin, Mahmud Abás y el Dalái Lama también honraron su memoria, destacando su papel en la promoción del humanismo, la justicia, el diálogo interreligioso y la defensa de los más vulnerables.
La figura de Francisco, cercana, humilde y valiente, marcó una era en la Iglesia y en la diplomacia vaticana. En tiempos de crisis y divisiones, su mensaje de esperanza y fraternidad resonó más allá del catolicismo. Hoy, el mundo entero despide no solo a un Papa, sino a un líder espiritual que tocó millones de vidas con compasión, sabiduría y amor al prójimo.