La comunidad cristiana de Gaza expresó su profunda tristeza por la muerte del Papa Francisco, a quien describieron como un “santo” y un guía espiritual incansable. Durante la guerra en Gaza iniciada en octubre de 2023, el pontífice mantuvo una rutina diaria de llamadas telefónicas nocturnas con los fieles de la Iglesia de la Sagrada Familia, dándoles ánimo, bendiciones y asegurándoles su cercanía. “Nos enseñó a ser valientes, a tener paciencia y a mantenernos fuertes”, declaró George Antone, responsable del comité de emergencia de dicha parroquia.
Francisco fue recordado por su constante apoyo a las comunidades cristianas del Medio Oriente, incluyendo a católicos y ortodoxos en Palestina, Líbano y Siria. En su última intervención pública, durante la Pascua, el Papa hizo un llamado por la paz en Gaza, pidiendo un alto al fuego, la liberación de rehenes y ayuda humanitaria. El párroco de Gaza, Gabriel Romanelli, afirmó que la última llamada del pontífice fue el sábado por la noche, en la que los bendijo y agradeció sus oraciones.
En Jerusalén, el padre Stéphane Milovitch del Santo Sepulcro destacó que el Papa siempre fue un defensor de la paz, mientras que en el sur de Líbano, devastado por la guerra con Israel, se le recordó como una figura cercana y comprometida. Francisco movilizó apoyo internacional y recursos católicos para ayudar a los afectados en la región, especialmente en momentos de crisis humanitaria.
Desde Irak hasta Siria, su figura dejó una huella imborrable. En Damasco, el arzobispo Nicolas evocó el cariño del Papa por su país, al que llamaba “querida Siria”, y sus constantes llamados a la comunidad internacional para proteger la presencia cristiana en la región. Para muchos, su legado será el de un líder valiente, rebelde y profundamente humano.