El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes un acuerdo con México para garantizar el suministro de agua a los agricultores y ganaderos de Texas, conforme a lo establecido en el Tratado de Aguas de 1944. La Secretaría de Agricultura estadounidense informó que, gracias a este entendimiento, se aumentará la entrega de agua desde embalses internacionales y seis afluentes del Río Bravo, beneficiando así a los productores texanos hasta el cierre de su actual temporada de cultivo, programada para octubre.
Tras semanas de intensas negociaciones encabezadas por el subsecretario de Estado Christopher Landau y funcionarios mexicanos, se acordó que México transfiera agua adicional a Estados Unidos. Este aporte es vital para garantizar el riego de los campos en el Valle del Río Grande, una región que ha sufrido en los últimos años severas afectaciones por la escasez de agua.
El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar 1.75 millones de acres-pies de agua a Estados Unidos en ciclos de cinco años, mientras que EUA debe suministrar 1.5 millones desde el Río Colorado. No obstante, la sequía prolongada en el norte de México había complicado el cumplimiento de estas obligaciones, provocando pérdidas económicas considerables y un aumento del desempleo en las comunidades agrícolas del sur de Texas.
En paralelo a la firma del acuerdo, la asesora presidencial Brooke Rollins anunció una subvención de 280 millones de dólares, otorgada en conjunto entre el Departamento de Agricultura de EUA (USDA) y el Departamento de Agricultura de Texas (TDA). Esta ayuda financiera está destinada a mitigar el impacto de los retrasos en el suministro de agua, proporcionando un alivio inmediato a los agricultores y ganaderos afectados.
Las autoridades de ambos países se comprometieron a seguir trabajando para asegurar el cumplimiento efectivo del tratado en el futuro.