Un agente ministerial perdió la vida y otro resultó herido de gravedad tras ser emboscados la madrugada de este miércoles por un grupo armado en la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo, a la altura del municipio de Vallecillo, Nuevo León. El ataque se registró alrededor de las 03:40 horas en el kilómetro 99 de la vialidad, en las inmediaciones del paradero conocido como El Ranchito.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado, los elementos afectados pertenecían al Grupo Antisecuestros de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y se encontraban realizando labores de investigación relacionadas con un caso de privación ilegal de la libertad. Durante el operativo, fueron sorprendidos por varios hombres armados que abrieron fuego contra ellos.
El agente fallecido fue identificado como Juan Antonio Cruz Calles, quien murió en el lugar de los hechos. Su compañero, cuyo nombre no ha sido revelado, resultó con heridas de gravedad y fue trasladado de emergencia en helicóptero de Fuerza Civil al cuartel de seguridad estatal, ubicado en la Colonia Moderna, para posteriormente ser llevado al Oca Hospital, donde recibe atención médica especializada.
Pese a la emboscada, los agentes ministeriales lograron repeler la agresión, enfrentándose a los atacantes y logrando abatir a uno de ellos en el lugar. Sin embargo, hasta el momento no se ha informado oficialmente cuántos individuos participaron en el ataque ni si hubo más detenidos o heridos entre los agresores.
Tras conocerse el hecho, se desplegó un fuerte operativo en la zona con la participación de elementos de la AEI, Fuerza Civil, Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. Las autoridades implementaron filtros de seguridad en distintos puntos de la autopista para tratar de ubicar a los responsables que lograron escapar.
La vialidad en dirección a Nuevo Laredo permanece cerrada, lo que ha provocado un importante congestionamiento vehicular. Las autoridades piden a los automovilistas tomar rutas alternas mientras continúan las labores de investigación y seguridad.
Este nuevo hecho de violencia resalta el alto nivel de riesgo al que están expuestos los cuerpos de seguridad en la región, especialmente aquellos que enfrentan a grupos del crimen organizado en operativos relacionados con secuestros y delitos de alto impacto.
