Hugo Aguilar Ortiz fue oficialmente acreditado como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras recibir su constancia de mayoría, en una ceremonia simbólica cargada de elementos culturales e identitarios, organizada por comunidades indígenas y afroamericanas en un edificio histórico del Centro de la Ciudad de México.
Durante el acto, representantes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), reconocida organización defensora de los derechos de los pueblos indígenas de Oaxaca, encabezaron rituales tradicionales en honor a las raíces indígenas del nuevo titular del máximo tribunal del país. Aguilar Ortiz portó vestimentas típicas en lugar de la toga judicial, reafirmando su compromiso de representar la diversidad y pluriculturalidad de México desde el Poder Judicial.
En su primer mensaje como presidente de la Corte, Aguilar Ortiz hizo un llamado al voto de confianza de la ciudadanía y convocó a todos los integrantes del Poder Judicial a sumarse a un nuevo ciclo de transformación. “Pido que se sumen a esta nueva etapa de la justicia, una etapa donde la honestidad, la transparencia, la pluriculturalidad, la diversidad y la igualdad sustantiva serán nuestros objetivos centrales”, declaró.
El nuevo ministro presidente también aseguró que su gestión marcará el fin de prácticas como la corrupción, el nepotismo, la discriminación y el clasismo dentro de la Suprema Corte y el Poder Judicial en general. Con esta visión, busca acercar la justicia a todos los sectores de la población, especialmente a los históricamente marginados.
Aguilar Ortiz reiteró su intención de marcar una diferencia visible desde lo simbólico, al anunciar que portará trajes de gala tradicionales de los pueblos originarios en actos oficiales. “La Corte también es indígena, y vamos a representarla con dignidad y respeto a nuestras raíces”, afirmó.
Su elección, resultado de la histórica votación del pasado 1 de junio, abre una nueva etapa para el Poder Judicial, con un enfoque incluyente, plural y comprometido con una justicia más cercana a la realidad multicultural del país.